"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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25-06-2016 |
HÉCTOR AMODIO PÉREZ, LUCES Y SOMBRAS DE SUS PALABRAS
SEGUNDA PARTE: LAS SOMBRAS
"El conocimiento real, es una luz que siempre proyecta alguna sombra, que jamás es inmediata y plena. Las revelaciones de lo real son siempre recurrentes.
Lo real no es jamás lo que podría creerse, sino siempre, lo que debería haberse pensado"Gastón Bachelard
Luego del exergo de Bachelard, que supone la moraleja, o el pivote del texto que intentaré organizar, en el cual aludiré algunas frases textuales de HAP , en las que creo reconocer una encrucijada de caminos que no se resuelven adecuadamente en el intercambio, previamente me permitiré una digresión a propósito de un comentario sobre el pasado y su fatuidad, o su falta de densidad, o de obsolescencia ante los acontecimientos presentes que fue publicado en el número anterior de este blog por una asidua participante *
No pretendo convencer a quienes tengan el acceso a la lectura del mismo, porque convencer es una tentativa pedante de colonizar, solo es un punto de vista que toma distancias del historicismo clásico, e intenta incursionar en otra perspectiva, que se vuelva sobre un pasado de errores, donde sea posible transitar la historia de la verdad y se ensañe en sus fisuras hasta deconstruirla- o demolerla en su defecto-, que se amotine en contra de algunos conocimientos anteriores, destruyendo aquellos mal adquiridos, o superando los otros, que la edad de nuestros prejuicios bloquea como obstáculo permanente de lo que creemos saber, es en suma, situarse desde afuera y ver en perspectiva.
Como planteaba en la anterior entrega, la historia, en el marxismo clásico se sustenta en una filosofía positivista, heredera de la modernidad de filosofía hegeliana, cuyas líneas principales están intactas, y reduce, o casi elimina, la presentificación del pasado, en los puntos de inflexión que considera indignos de ser incluidos en su historia de las cumbres, en la cual, el acontecimiento, aparece anulado, o pertenece a un pasado difuso, inútil, incapaz de inscribirse, y mucho menos de incidir como sujeto en su propia historia .
Quizás por eso, "en el en sí y para sí" transfiere todo actuar al sujeto colectivo -las clases- constituidos por la estructura histórico social de la geografía que describe.
El sujeto -la clase- se convierte en el término excluyente de todo el mapa social y los contenidos de su conciencia tienen una actualización en el desenvolvimiento general de la historia; el sujeto es un emergente de prácticas que le constituyeron
Dentro de esa agobiante perspectiva de análisis que privilegia la ideología, es que se supone siempre un sujeto humano cuyo modelo ha sido suministrado por la filosofía clásica y que estaría constituido por una consciencia en la que el poder encontraría su último refugio.,
Se pueden considerar un exceso para darle más bulto a la "letra", estas precauciones conceptuales en las que he recurrido, pero se necesita estar dotado de un grado de incomprensión erudita, orgulloso de su propio dogmatismo, para considerar un hecho irrelevante del pasado, la aparición de HAP, precedido de sus palabras,
Esta pura existencia verbal de este Nosferatu maldito, que encabezó la lista de todas las licitaciones públicas de la infamia, en las culpas del historicismo reciente, que se declararon , mediante simple oficio, desiertas y canceladas, "in absentia unicus postulare" ,era culpable de todos los flagelos, despojado de cualquier virtud que lo precediera ,precisamente a su completa desaparición,
¡¡ Vaya pasado que no lleva a ningún lado su aparición pública!!
Vayamos entonces a HAP y sus palabras, esperando no hacerlo fuera del contexto en que progresó el intercambio:
"....En cuanto a la gesta colectiva, me explico: la niego, porque si hubiera sido colectiva, la derrota habría sido de otras características, no la debacle que fue.
Que haya habido cientos, miles de gestas individuales, aisladas unas de las otras, no cambia su carácter.
De haber sido colectiva, hubiera sido posible una autocrítica seria y válida y no habría sido necesario inventarse una historia falsa y echarle la culpa a nadie"
Me tomaré la licencia de empezar con el último concepto, en el cuál, resulta candorosa o risible, por lo menos, si no fuera tan trágico, la interpelación a la conciencia autocritica de la troika y sus capilaridades.
No tengo intenciones de en formalizar un cuerpo discursivo con pretensión de verdad sino más bien historiarla, al igual que los historicistas que no tiene necesidad de fundar su verdad, le basta quererla e imponerla. Y para hacer autocritica, en emergencias de rupturas como la actual, donde parece haberse hecho imposible la fundamentación de una moral, es imprescindible una filosofía para afrontar autocríticamente esta contingencia, este cambio de época
Pero... ¿ Que autocritica puede inquietar a Ulpiano el Inútil? , goza, aunque en cierta decadencia, de una legitimidad que jamás había imaginado, asado y vino a discreción , una inversión de deseo de los sectores sociales más necesitados a los que ha seducido, por que deseaban ser seducidos, dice las mismas pavadas que siempre, investidas de erudición por su aparato mediático, hasta premio nobel aspira a ser, los seducidos quieren seguir siéndolo, y el seductor persevera, aunque a veces sobre actúa, todos quieren ser como el Pepe, y el Pepe, en la representación imaginaria colectiva que le da sustento, es "igual a ellos" , eso explica parcialmente la abulia y mediocridad de la actual sociedad uruguaya ,sin dudas que Jerzy Kosinski fue modesto en su personaje de ficción de Chance Jardinier.
¡¡Y que me dice de EFH, el apologista del "aparato mínimo!!, ahora conductor de las demandas del "aparato máximo"?.
Las autocriticas son para " los que perdimos" , para los que renunciamos a las victorias personales, investidas de fraudes, de aquiescencias, traiciones, y muertes inconfesables en esta carrera de atropellos para escalar en la institucionalidad política.
Un dispositivo enorme de contumacias a donde cualquier Sancho Panza ha recibido una porción de penínsulas de Barataria de diferentes materialidades e imaginarias, y HAP reprocha la ausencia de hábitos confesionales y la abundancia de secretismos,
Con la prudencia emparentada con la cobardía, el parresiasta de Demóstenes corre el riesgo entonces de devenir en el charlatán impenitente, aquel que no es capaz de ajustar su discurso a un principio de racionalidad o de verdad. La sociedad actual se asemeja más, con la República presocrática de Platón y su descripción de la mala ciudad democrática, una ciudad heterogénea, dislocada, dispersa entre intereses diferentes, pasiones diferentes, individuos que no se entienden. Esta mala ciudad democrática practica la parrhesía de Aristófanes, donde todo el mundo puede decir cualquier cosa, menos lo que afecte su abulia apacible, Todo lo contrario de la concepción de Demóstenes, en la cual es necesario no sólo que esa verdad constituya a las claras la opinión personal de quien habla, sino también que éste la diga en cuanto es lo que piensa.
El parresiasta, en sus mismas palabras signa la verdad que enuncia, se liga a esa verdad y, por consiguiente, se obliga a ella y por ella.
Para que haya parrhesía (como discurso de verdad) es menester que el sujeto, al decir una verdad que marca como su opinión, su pensamiento, su creencia, corra cierto riesgo, un riesgo que concierne a la relación que él mantiene con el destinatario de sus palabras; es menester que, al decir la verdad, afrontemos el riesgo de ofender al otro, encolerizarlo y suscitar conductas que pueden llegar a la más extrema de las violencias.
En la “Primera filípica”, Demóstenes agrega: “Sé que al valerme de esta franqueza ignoro lo que se deducirá para mí de las cosas que acabo de decir”.
Las practicas de uso actuales, están muy lejos de la parrhesía, como actitud, más que discursivamente, que amenaza a la propia vida, no es la retórica vacía y mamarrachesca de la actualidad política, de los mentirosos eficaces que obligan con el énfasis actuado de sus palabras a los otros, tal como no es, aquella conjugación discursiva, con la moral y la virtud de las de Zelmar o Erro , es una técnica, un conjunto de procedimientos que permiten al discursante decir algo que dista mucho de lo que piensa, pero que tendrá por efecto producir convicciones, inducir conductas, establecer creencias. La retórica no implica ningún lazo del orden de la creencia entre quien habla y lo que éste enuncia. Es otro dispositivo que mantiene a la democracia de la emoción, tal cual la presenciamos ahora
HAP, implica, según creo reconocer, de un modo socarrón, pecados que relacionan al aparato actual con vidas segadas, y digo socarrón, pues al formularla en términos de pregunta, presupone, que sabe como yo, parte de la respuesta, efectivamente, todavía constituyen omisiones gravísimas a supuestos crímenes de lesa humanidad, la desaparición de Pedro Eizmendi Cabrera (Toño) y de José Calviño García( el perro) en Europa, así como el asesinato de Ronald Scarzella (Rony) , todos esos episodios, y otros mas, menos incruentos, son un secreto a voces, en el último caso, parece que quien lo menciona, está dispuesto a llevárselo hasta la tumba, en los otros dos, salvo una denuncia valiente, practicada hace un año, hasta familiares cercanos a Eizmendi, hablaron con Ulpiano el Inútil que les recomendó discreción absoluta. No son parte de secretos confesionales, sino una urdimbre de connivencias, abrevando en aquella sentencia de Milan Kundera, que alude a la obsesión legitima de HAP de reparar no solo su nombre, sino también su linaje:
"La mayoría de la gente se engaña mediante una doble creencia errónea: cree en el eterno recuerdo y en la posibilidad de reparación. Ambas creencias son falsas. La realidad es precisamente al contrario: todo será olvidado y nada será reparado. El papel de la reparación lo lleva a cabo el olvido. Nadie reparará las injusticias que se cometieron, pero todas las injusticias serán olvidadas."
Para no abusar de la paciencia de los lectores, y para la tranquilidad de quienes no tiene interés de leer estas cosas del pasado, abonaré en la virtud de ser breve, quedándome aun, referirme a la primer parte de la consideración de HAP expuesta supra, que oscila entre gesta individual y la gesta colectiva, lo haré abordando otras fuentes, que se sustraen de la Biblia marxista del historicismo clásico, aunque no así, de la bibliografía marxista, porque no soy tan gil , tomando como soporte " la historia de la mentira"
TATO LÓPEZ
*.. ..Esta digresión viene a cuenta de una nota que se titula " Asaltar el Cielo", de la autoría de una asidua y prolifera aportadora de artículos en este blog, y me ha causado cierta perplejidad, dice textualmente:"....Hace ya buen tiempo que se ha establecido un diálogo entre c.e.r. y Amodio. Interesante algunas veces, quizás, otras no tanto. Sinceramente creo que solamente hablan del pasado. Pasado que, a pesar de creencias o sentires no llevan a ningún lado.",
Aunque no considero irrespetuosa su opinión, mi incertidumbre crece al leer su artículo, que nos lleva a temporalidades muy remotas de la modernidad, comenzando por el intercambio epistolar de Marx con Kugelmann, que nos conduce así, a Hölderlin y su semi-dios Hiperión, remontándose, luego a la mitología griega, paseándonos "Urbi et orbi", hasta Soweto, !sin ninguna ironía, articulo interesantísimo!, pero, ¿porque, y para que, descalifica el pasado del vis a vis, HAP-c.e.r. y considera legitimo su itinerario de tres siglos?, !! Un poco inteligible el Oxímoron!!
TL - postaporteñ@ 1623 - 2016-06-24
TATO LÓPEZNotas relacionadas:
http://postaportenia.blogspot.se/
http://www.surda.se/ArticulosEnPortada/Uruguay%20Cuando%20los%20extremos%20se%20tocan.htm
http://www.surda.se/ArticulosEnPortada/Notas%20Nadie%20quiere%20el%20Estandarte.htm